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Ni la caída permanente de cenizas, ni el elevado número de sismos y mucho menos las fumarolas de más de 1500 metros de altura, parece preocuparles a muchas de las familias campesinas del departamento del Tolima que habitan en zonas aledañas al Volcán Nevado del Ruiz que permanece en alerta naranja.
Así lo confirmó la oficina de Gestión del Riesgo al corroborar que, de 1.000 personas que deben salir de sus casas y veredas ubicadas en un radio de 15 kilómetros del volcán, tan solo 102 han evacuado, o sea el 10 por ciento.
Andrea Mallorquín, directora de Gestión del Riesgo en Tolima, señaló que las veredas en alto riesgo por su cercanía al volcán, pertenecen a los municipios de Murillo, Villahermosa, Herveo y Casabianca.
“El mayor riesgo es por estar cerca del volcán ya que, en caso de una erupción, se podría presentar caída de rocas”, aseguró la funcionaria.
De Villahermosa han evacuado 31 personas de las veredas Betulia, Rocío, Entrevalles y Mina Pobre. En Herveo la evacuación la hicieron 15 personas, así como dos de Casabianca y 54 en Murillo que es el municipio más próximo a esa cima.
“Las familias que evacuaron preventivamente viven con sus familiares en las zonas urbanas, pero el jefe del hogar sube a la finca durante el día para alimentar sus animales y, en la noche, vuelve con su familia”, dijo la directora de Gestión del Riesgo.
Las familias en alto riesgo de Murillo, Herveo, Villahermosa y Casabianca, tienen sus razones para no salir pues la mayoría, aunque están preocupados por lo que pueda suceder, se sienten tranquilos ya que vivieron la experiencia de la erupción de este volcán en 1985 cuando la avalancha de piedra, lodo y nieve bajó por el río Lagunilla y arrasó con la población de Armero.
Otros campesinos no salen de sus fincas por temor a la delincuencia que les roba sus pertenencias, pero lo que más les preocupa es dejar solas y sin comida a sus vacas y aves de corral que perderían peso y también caerían en manos de los ladrones.
¿Qué hacen las autoridades para que la evacuación sea efectiva? Andrea Mallorquín responde que, en las zonas aledañas al volcán, “el gobierno departamental tiene 200 personas capacitadas en este tipo de emergencias y su tarea es hacer presencia en ese territorio para orientar a la comunidad y que cada persona sepa qué debe hacer si el volcán cambia su actividad”.
En cuanto a ayudas directas, por ejemplo, para el agro, la gobernación del Tolima en conjunto con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres, UNGRD, cuenta con existencias de alimentos para los animales pero también se tiene previsto el giro de incentivos económicos para combustible de motos y vehículos.
