Machismo
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El daño del machismo y la misandria a la sociedad es infinito

Sin lugar a dudas, es mucho el daño que le ha hecho el machismo a la sociedad por centenarios. El papel al que se relegó a la mujer por siglos es evidente, en donde la limitaron a la crianza de los hijos y a ser una subalterna de su marido. Esta fue la causa y  la génesis del movimiento feminista como corriente política.

El feminismo busca la igualdad en derechos y deberes tanto para hombres y mujeres (así debe ser). Por el contrario, la misandria es una patología encarnada en  algunas mujeres (en la actualidad mal llamadas feministas) en el que su odio extremo a los hombres salta a primera vista. Muchas de ellas han sido víctimas de violaciones,  abusos y maltrato por algunos malos elementos del género masculino. (Dejo el enlace de una pasada  columna en la que hablé con algo de profundidad sobre este tema).

Feminismo no es hembrismo, la lucha por la equidad no se puede convertir en androfobia

Lo cierto del caso es que tanto el machismo como la misandria le hacen mucho daño a la sociedad. Los jóvenes de hoy, se alimentan de canciones con letras sexistas, en una guerra sin tregua en donde se pisotea tanto a mujeres como a hombres. Es la moda.  Los reguetoneros famosos de ambos géneros son expertos en la materia. En esta batalla el gran ganador es el detrimento social y el único perdedor, la humanidad en general.

El sustento de algunas mujeres con tendencia misándrica es que el machismo benefició mucho tiempo solo a los hombres. Eso no es del todo cierto, de hecho en el hundimiento del Titanic, salvaron  primero en los botes a las mujeres y a los niños de la clase alta y muchos hombres murieron. Eso sí, los más pobres de ambos sexos fueron las mayores víctimas.

Es una vergüenza el machismo y la deuda social es grande con las féminas. Por consiguiente, no debería quedar vestigios del sistema patriarcal que sigue haciendo mucho daño. Sin embargo, los invito a revisar en esta lista, algunas conductas machistas que van en detrimento de los hombres y que de manera inverosímil son auspiciadas por muchas mujeres:

·         Los hombres no lloran

·         Un hombre de verdad  debe dar su vida por su familia y sacrificarla si es necesario.

·         El hombre es cabeza de hogar y no puede flaquear

·         Un hombre- hombre siempre debe pagar la cuenta, ceder el puesto, cargar las maletas y abrir la puerta a su dama.

·         No importa si la esposa fue infiel o no sea una buena madre; la custodia (si hay hijos)  siempre será para la mamá por naturaleza.

·         Una madre nunca se equivoca, padre puede ser cualquiera.

·         Si una mujer acosa sexualmente a un hombre  y este la rechaza, para la sociedad machista es quizás homosexual.

·         Si mi mujer se va con otro es porque no era feliz, dejó de sostenerla económicamente o la tenía descuidada.

·         Si la mujer maltrata a su esposo, quizás le falta hombría para hacerse respetar. Si responde a su agresión, es sin duda un troglodita.

·         Si muestra debilidad le falta testosterona.

·         Si gana menos que su mujer es un fracasado y es lógico que no tenga la admiración social.

·         Si cuenta un secreto, actúa como una vieja chismosa (según algunas mujeres)

·         Si consiente a sus hijos o los trata  con cariño, los puede estar inclinando al homosexualismo.

·         Si trata con cariño a su hija, la abraza o la besa,  la podría estar acosando.

Si decimos que todos los hombres y las mujeres son iguales eso querría decir que no hay esperanza alguna para el mundo. Eso es un absurdo. No creo que la condesa sangrienta Elizabeth Bathory quien asesinó a cerca de 600 jovencitas para bañarse con su sangre (como elixir de la juventud) se parezca por ejemplo a Shakira. O Luis Alfredo Garavito tenga algo que ver con Juanes o Carlos Vives. Meter a todos en la misma colada es para mentes cerradas y traumadas.

Hombres y mujeres de bien o de mal siempre existieron y existirán. A la humanidad no le queda sino trabajar en apersonarse de una palabra que está muy de moda en los psicólogos, no obstante, sigue siendo muy esquiva para la mayoría. Se llama: RESILIENCIA.

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy.

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