Un féretro con velas y hasta dolientes, simboliza el mal momento que vive el Hospital Federico Lleras de Ibagué.
El ataúd está ubicado en la entrada del centro asistencial y permanece rodeado de numerosos empleados, que dejaron de laborar por la falta de medicamentos e insumos y el atraso en 5 meses de salarios.
En una cartelera se invita al entierro del Hospital que durante más de 40 años ha sido el guardián de la salud de los tolimenses.
«Este enfermo, que agonizaba desde hace 6 años, acabó de morir, y lo mató la politiquería, las malas administraciones, la corrupción y las EPS que han usufructuado de sus servicios pero no le pagan», afirmaron algunas enfermeras.
«Las EPS, como Caprecom, Nueva EPS, Solsalud, Pijaos Salud, Selva Salud, y muchas más, son las culpables de la muerte de nuestro Hospital«, señaló un trabajador.
«La clase política del Tolima, sus gobernantes y el Ministerio de Salud, también son culpables del terrible momento que vive el Hospital y la salud del pueblo colombiano», dicen.