Hasta un mundial de Tapitas es excelente para una ciudad

Le escuché a un periodista decir en la inauguración de los Campeonatos Mundiales de Patinaje 2021, que un evento en donde Colombia era el mejor, tenía que ser muy malo el nivel de competencia. Tal como lo describí en mi columna pasada, es común en nuestros paisanos demeritar lo hecho, porque en la comodidad de la crítica destructiva no hay como negociar.

Recordé un fragmento de  la película Batman- el caballero de la noche, en donde el mayordomo Alfred, le decía a Bruce Wayne, refiriéndose al Guasón, que: “hay personas que solo quieren ver el mundo arder”. De hecho, conozco a más de un “experto” enfocado en encontrar lunares que en proponer o entregar iniciativas. Tienen doctorado en “quejadera” lo curioso es que muchos de ellos, es muy poco o nada lo que tienen para mostrar.

En este país el deporte ha sido y sigue siendo la cenicienta. Ni qué decir de departamentos como el Tolima, con presupuestos pírricos en esta materia en donde la chequera seccional da grima en comparación con la de Bogotá, Antioquia o Valle. Es por eso, que estas regiones siempre van a tener una enorme delantera en certámenes como Juegos Nacionales, o en sumar deportistas en las selecciones Colombia. De la misma forma, al tener mayor potencial económico cuentan con mejor infraestructura deportiva y van a ser muchos más llamativas para otorgarles las sedes de los grandes eventos.

Para colmo de males, aquí se sabe hasta la saciedad que unos ladrones de cuello blanco se robaron el dinero de los escenarios deportivos que se iban a construir para los XX Juegos Deportivos Nacionales. De ahí en adelante ha sido una paridera (van seis años) para que los deportistas y los ciudadanos en general puedan disfrutar de una digna infraestructura. Hasta ahora, poco a poco se empieza a ver la luz al final del túnel.

Reconozco los avances del gobierno local anterior, en la consecución de recursos para terminar las obras. No obstante, también es absolutamente meritorio lo que está haciendo la fusión Orozco- Hurtado y los gerentes Castro-Ortiz, en donde bajo el lema Destino Deporte por primera vez en la historia del Tolima, se le ha dado una absoluta relevancia a este campo. Ningún mandatario ni azul, ni rojo (ni pluricolor) le dio el protagonismo a la actividad física que ha tenido en esta coyuntura.

Hasta un Mundial de Tapitas no es fácil de hacer y requiere un presupuesto además de una organización. Si el mundial es recreativo e involucra el trompo, el yoyo, la golosa, pero trae delegaciones de otros países y el orbe se percata que aquí en este país existen otras cosas más que cocaína, corrupción y violencia; ya es ganancia. Desde el punto de vista de mercadeo se sabe que nadie invierte en lo que no conoce y menos si es conocido por malo.

Invertir en imagen vale oro y eso lo saben los expertos en el área. De hecho tengo un gran amigo comunicador, conferencista internacional, experto en el campo organizacional, y tolimense de corazón, llamado Óscar Iván Zuluaga, el cual vive llevando el mensaje fundamental a diario de que somos lo que comunicamos.  Con el Mundial de Patinaje, se le dijo al mundo que Ibagué es Destino Deporte, así de claro, así de sencillo.

Fueron 39 países los que nos visitaron, conocieron y disfrutaron de la Capital Musical. Como valor agregado, Colombia ratificó que es potencia en este deporte consiguiendo el onceavo título consecutivo que quedarán en nuestras vitrinas. Fueron 59 medallas para la tricolor nacional: 33 de oro, 21 de plata y 5 de bronce. De igual manera, compitieron cerca de 500 deportistas en las pruebas de ruta y pista. Un evento de aplaudir.

Por supuesto al pódium también debe subir la Wolrd Skate por creer en Colombia. La Federación Colombiana de Patinaje en cabeza de su presidente José Acevedo, el gobernador Ricardo Orozco, el alcalde Andrés Hurtado, los gerentes del IMDRI e Indeportes y todo el personal involucrado en la organización del evento. Asimismo, también tiene presea el periodismo nacional y local que hicieron un trabajo intachable en este certamen orbital.

¡Felicitaciones!

Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy

Comunicador Social y Esp. en Educación, cultura y política

Docente