
Análisis de columnista.
La campaña electoral para la alcaldía de Ibagué sigue su curso, con algunos altibajos, argumentaciones insólitas, exposición pública de desconocimiento de algunos candidatos sobre el manejo del Estado a nivel municipal y propuestas insólitas.
Pero sigue adelante.
Algunos de los novísimos candidatos pasan por alto que Ibagué y, especialmente, su sector rural fue escenario del conflicto armado interno, por presencia pública de los actores estatales e irregulares de este acontecer histórico.
Por ejemplo, en el Totumo operó a sus anchas el Bloque Tolima de las Auc y mucho se habló y se sigue hablando en los barrios del sur de Ibagué y en El Salado. Las Farc por su parte actuaron en la parte alta de Coello Cocora, en donde hubo inclusive combates con el Ejército, en las estribaciones del Nevado del Tolima, incluido el Cañón del Combeima, y en la parte cordillerana que limita con municipios del norte del Tolima, pero en especial en La China, a tal punto que no solamente este caserío sino San Bernardo fue objeto de “tomas”.
Además se indicaba que hacía presencia en los barrios altos de la parte norte del perímetro urbano. Hasta las instalaciones del Comando de la Sexta Brigada fue atacado en una madrugada de fin de semana, con militares, desafortunadamente, muertos y heridos.
Esto nos indica que la paz debe ser y sigue siendo postulado que distingue a uno o varios de los candidatos, frente a los demás que parece que vivieran en barrios populosos de capitales europeas, pero nunca en el trópico y, menos aún, en Ibagué.
También nos llama la atención que haya un candidato que llegó a su postulación “mediante el sistema de firmas”, catalogándose como el “candidato cívico” y de un momento a otro apareciera siendo el candidato del Centro Democrático, recibiendo el apoyo de esta organización política, contraria al proceso de paz, sin beneficio de inventario, cumpliéndose con el postulado lógico de que los enemigos son mis amigos y este candidato le debe una explicación clara y precisa a quienes firmaron por su candidatura, entre quienes, muy posiblemente, pudieron haber partidarios del proceso de paz, a quienes llamamos a la reflexión.
Además, la pregunta sigue siendo la misma, respecto del servicio de agua, en especial el candidato receptor del apoyo del Centro Democrático que no puede ser otra que de dónde va a sacar agua para que el 2 de enero de 2015 Ibagué tendrá agua las 24 horas del día y 365 días al año. Ni que fuera el Moisés bíblico, para golpear la roca árida del desierto con su báculo y “por obra de Dios, brotara de inmediato el agua”.
De todo hay, citando también un pasaje bíblico, en la viña del señor, pero en cuanto a la candidatura para la alcaldía de Ibagué no es admisible ninguna equivocación.
Por: Rafael Aguja Sanabria, abogado penalista, docente universitario.