
Y dice la canción: “La colita es mía, es mía doctor, la inyección, no, no”… ¿No?
Y va de cuento, como decía el columnista aquel:
Siglo XVIII
1796: Primera vacuna para viruela.
Siglo XIX
1879: Primera vacuna para la diarrea crónica intestinal grave.
1881: Primera vacuna para el ántrax.
1882: Primera vacuna para la rabia.
1884: Primera vacuna para el cólera.
1890: Primera vacuna para el tétanos.
1890: Primera vacuna para la difteria.
1897: Primera vacuna para la peste.
Siglo XX
1926: Primera vacuna para tos ferina.
1927: Primera vacuna para la tuberculosis.
1937: Primera vacuna para la fiebre amarilla.
1937: Primera vacuna para el tifus.
1945: Primera vacuna para la gripe.
1952: Primera vacuna para la poliomielitis.
1954: Primera vacuna para la encefalitis japonesa.
1962: Primera vacuna oral para la poliomielitis.
1964: Primera vacuna para el sarampión.
1967: Primera vacuna para las paperas.
1970: Primera vacuna para la rubéola.
1974: Primera vacuna para la varicela.
1977: Primera vacuna para la neumonía (Streptococcus pneumoniae).
1978: Primera vacuna para la meningitis (Neisseria meningitidis).
1981: Primera vacuna para la hepatitis B.
1985: Primera vacuna para la haemophilus influenzae tipo b (HiB).
1992: Primera vacuna para la hepatitis A.
1998: Primera vacuna para la enfermedad de Lyme.
Siglo XXI
2005: Primera vacuna para el virus del papiloma humano (principal factor de riesgo del cáncer de cérvix).
2008: Primera vacuna para prevenir la adicción a la heroína y a la cocaína (aunque siguen haciéndose experimentos con esta vacuna para comprobar su efectividad).
2009: Posible vacuna contra la hepatitis C, primera vacuna contra la Gripe A (H1N1).
(Tomado de algún rincón de internet)
2020, en menos de un año sacan la primera vacuna contra el Coronavirus, la pandemia más popular de todos los tiempos. (Fuente: reflexión del autor)
Como se puede dar cuenta, la colita no es suya, nunca lo ha sido y nunca lo será. Dicho en otras palabras, y, aunque ya no es un secreto que no hay una vacuna que prohíba el contagio del Covid-19 ni que ofrezca una solución efectiva y, que los efectos secundarios son todavía un misterio, rece para que en Polombia con P, no se vayan a robar el dinero de la vacuna, como suelen hacerlo por supuesto; y sea cual sea la vacuna que compren, porque hay varias en el mercado, alcance para vacunar a gran parte de la población.
De todas maneras, y aunque ahora quieran magnificar a la vacuna con toda esa parafernalia que algunos le están haciendo, sin querer quitarle importancia a la misma desde luego, volvemos a lo mismo ya que: ¡Así se sabía que sería el negocio socio!
Por: Luis Carlos Rojas García, escritor.