Luis Carlos Rojas Garcia
Imagen: suministrada.

La generación de los pastorcitos mentirosos

Cuando uno revisa los comentarios y declaraciones de gente como Sarmiento Angulo, la gente Argos, por supuesto, no quisiera nombrarlos, pero, me toca, los periodistas del establecimiento y los políticos de la mal llamada oposición, uno se da cuenta que esta gente está mal de la cabeza.

Por un lado, fueron criados para pensar solo en ellos y para someter a todo aquel que no sea de su estirpe, aunque, como las hienas, si alguno de los suyos tiene que pagar por salvar al resto, no van a dudar en lo más mínimo a la hora de devorarlo.

Por otro lado, están tan acostumbrados a mentir que ya ni siquiera pueden decir una sola verdad y es increíble que puedan existir de esa manera.

Piensa uno que sufre esta gente una especie de pandemia de la mentira y el embuste, que los consume por todas partes y no los deja cambiar sus malas mañas.

Por supuesto, no estoy hablando que sean mitómanos o algo así, como tampoco estoy diciendo que sean unos simples mentirosos, no.

Resulta que su afán de mentir se enmarca en cubrir la manera como han despojado de sus tierras a campesinos, al igual que mienten para tapar que han mandado a desaparecer a miles de personas, que se han robado recursos y así sucesivamente en su mundo de gente de bien.

A lo anterior se suma, que utilizan personajes cantinflescos y pobres de mente como Polo Polo o JP Hernández, que hacen las veces de bufones que se encargan de entretener al pueblo y que están dispuestos a todo con tal de lamer una gota de poder, no importa que sea sudor de sus dueños.

Entonces, esta gente es sin lugar a dudas la generación de pastorcitos mentirosos que se acomodaron con el cuento del lobo con tanto placer que ya no encuentran nada más que decir que: “Ahí viene y nos va a comer”.

Debo decir también, que poco o nada me sorprende el comportamiento de estos pastorcitos, pero, sigo sin entender por qué tantas personas les siguen y, sobre todo, les encanta que les mientan en la cara, que los engañen, que los pongan a marchar sin sentido.

¿Será que nuestro país está dominado por gente que ama la mentira?

Lo cierto es que, día a día los escuchamos mentir, a veces con historias realmente estúpidas, pero, como decía la abuela (al que le gusta le sabe) y sabemos que es así porque… cada cosa que ocurre: Es un hecho Sam.

Por: Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa, escritor.

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