Columna de opinión.
Los casos se repiten sin cesar y la indignación crece frente a un Estado que parece estático… que luce paralizado ante el crecimiento de la violencia contra niñas y niños a lo largo y ancho del territorio nacional.
Al reciente caso del bebé del barrio Vasconia Reservado que murió a sus ocho meses de edad con presuntas señales de violencia sexual, se suman otros no menos aterradores que han tenido como escenario a Ibagué.
Y aunque las condenas son decisiones del orden nacional sobre las cuales poca o ninguna injerencia tiene un alcalde o un gobernador, considero fundamental sentar una posición política y moral frente a todas las formas de violencia, maltrato y abuso de que son víctimas nuestros niños y niñas cada semana sin que el fenómeno parezca tener fin.
La cadena perpetua para los perpetradores de crímenes contra menores de edad tiene que ser una opción. Entiendo que hay un gran debate jurídico de fondo, y que cuando se abordan estos temas salen a bailar datos como la sobrepoblación carcelaria y el costo que le implica al bolsillo de los colombianos una persona privada de la libertad.
Y sin embargo no voy a pasar de agache en este debate fundamental: ninguna excusa presupuestal es válida cuando de proteger a los niños y niñas se trata: está claro que sus derechos son prioridad por sobre cualquier otra consideración.
No porque nuestras cárceles sean insuficientes, carentes de infraestructura adecuada o incapaces de adelantar procesos de resocialización exitosos, como deberían ser en un escenario ideal, nos podemos permitir dudas ante las reformas legales y constitucionales que puedan ser pertinentes para evitar casos como estos.
¿Alguien tiene alguna duda acerca de los enormes peligros que enfrenta un menor de edad en Colombia, y específicamente en Tolima o Ibagué? ¿Alguien duda frente al rumbo claro que indica el principio de proporcionalidad al evaluar los derechos de los menores de edad frente a los derechos de sus depredadores y victimarios?
Cada vida perdida de un niño o niña es una derrota. Cada caso de abuso sexual infantil es una herida en el corazón de la Nación. Pero, al tiempo, cada asesinato o abuso que se evite, en especial cuando hablamos de menores de edad es una victoria para toda la sociedad.
Lloverán preguntas sobre el presupuesto y acusaciones sobre el llamado populismo punitivo. Asumo lo que implica tomar una posición porque hay temas frente a los cuales no tiene sentido guardar silencio. Quien aspira a dirigir los destinos de una ciudad como Ibagué debe ser una persona transparente sobre sus más profundas convicciones… debe ser alguien capaz de pagar los costos políticos de una posición sincera y pública frente a un tema polémico pero que a mi parecer no ofrece lugar a dudas.
Invito a todos los candidatos y candidatas de Ibagué, del Tolima y de Colombia a tomar posturas públicas frente a este tema, más allá de partidos o de cálculos electorales. Los debates técnicos y presupuestales son importantes, pero los aspectos éticos y morales no lo son menos: los grandes debates nacionales también se deben librar en las regiones, no pueden ser discusiones que se den a puerta cerrada en Bogotá y reservadas para los jurisconsultos, los parlamentarios o los magistrados.
Si todos los aspirantes del país, y la ciudadanía en general tomamos una posición clara, la Constitución y las leyes tendrán que moverse hacia lo que indican la intuición y casi que el Derecho Natural: la prioridad son los niños y las niñas, y eso no puede quedar en duda por tecnicismos o por falta de valentía al momento de tomar una posición. ¡Ibagué, Tolima y Colombia: podemos salvar a nuestras nuevas generaciones! ¡Hagámoslo!
¡Que los delincuentes, acosadores, violadores, maltratadores y asesinos, sepan a qué se atienen cuando se meten con niñas y niños! Cada día de más que dure esta discusión no se medirá en horas, sino en vidas y sueños frustrados. Toda pena por acciones contra los menores de edad debe endurecerse, y una parte crucial de ese cambio es la posibilidad de cadena perpetua para los casos más extremos.
Por: José Barreto Castillo
Candidato a la Alcaldía
Movimiento Firme por Ibagué
¿Porque Alexander Correa se le da espacio como opinador a un poderoso candidato? Creo que no es justo con los demas y menos con la opinion publica y con una justa infromacion a la sociedad que le ha de elegir a él y a otros.