
Decisiones judiciales de otra región tienen pensando al exgobernador.
A Oscar Barreto, dos veces gobernador del Tolima, y virtual candidato al Senado, no le preocupan los efectos devastadores de la pandemia, ni que se le vayan a salir del ‘llavero’ el actual gobernador Ricardo Orozco; o el alcalde de Ibagué, Andrés Hurtado.
A Barreto lo tiene pensativo la situación judicial del gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, quien fue detenido de nuevo hace pocos días para que responda en un proceso penal ante la Corte Suprema de Justicia por irregularidades en la contratación en su primera administración al servicio de los antioqueños. En 2020, Gaviria había sido detenido, separado del cargo, pero pudo volver a la Administración. Ahora deberá defenderse en detención domiciliaria.
Y es que si Aníbal Gaviria, cercano al establecimiento y al empresariado paisa, con conexiones al más alto nivel en Bogotá, le están pasando factura los viejos fantasmas del pasado, Oscar Barreto piensa, según fuentes consultadas, que podría sucederle lo mismo.
De hecho, Barreto le puso ‘freno’ a su campaña y a los recorridos que venía realizando por los municipios. En redes sociales, la última correría visible fue a Chaparral, en diciembre de 2020. Tan solo se le ve en columnas de opinión escritas que publica en varios medios locales.
Venir a #Chaparral y recibir el cariño de tantos ciudadanos me llena de mucho entusiasmo. Hasta donde la vida nos permita seguiremos trabajando por la gente, sin sectarismos ideológicos, ni de colores, nuestra bandera es el #Tolima y nuestra razón de ser la gente. pic.twitter.com/cNnOM995l1
— Óscar Barreto (@OscarBarretoTol) December 15, 2020
No hay que olvidar que hace pocas semanas Barreto fue imputado de cargos por irregularidades en la contratación con la firma Prohaciendo, en su primera Gobernación, en el periodo 2008 – 2011.
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Incluso, en pleno ejercicio de su segundo mandato también fue acusado junto con el exgobernador Fernando Osorio, de anomalías contractuales en el sector educativo.
Ese proceso está en la Corte Suprema de Justicia, para conocerse el sentido del fallo, pero incluso se sabe en la región tolimense que un poderoso lobista le ha puesto el freno a esos sumarios, con relaciones de amistad con los magistrados al más alto nivel en la capital de la república.
Oscar Barreto tiene otros procesos pendientes, pero mientras no tenga una sentencia en firme o una medida restrictiva de la libertad, puede presentarse a nuevos procesos electorales como el que se avecina en 2022 para elegir senadores y representantes.
Este tiene rabo de paja.lo que pasa es que le tienen » engavetados» los procesos.pero ya llegara la hora.o no?