Ante los vientos de presunta inhabilidad para Mauricio Jaramillo.
El nombramiento de Guillermo Alfonso Jaramillo como nuevo ministro de Salud en el gobierno Petro, no solo despejó el panorama político en el Tolima, ya que mucho se hablaba de una candidatura a la Gobernación del médico y exalcalde de Ibagué.
Abogados especialistas en Derecho Administrativo salieron a cantar de inmediato una inhabilidad para el hermano del ministro, el veterano dirigente del liberalismo, Mauricio Jaramillo, y quien quiere regresar a la escena electoral luego de haber sido vencido en 2015 por el hoy senador Oscar Barreto Quiroga, en los comicios regionales para el mismo cargo.
Con esto, terminaría por beneficiarse la candidata de la Casa Barreto, Adriana Magaly Matiz, quien desde hace meses está en campaña y a la que no le ha aparecido un rival de peso que le pueda disputar la preferencia de los tolimenses en veredas, corregimientos y municipios de la región.
Y aunque otra dama también calienta una candidatura a la Gobernación, Yuly Porras (esposa de Jaime Yepes), lo cierto es que no le alcanzaría a la aspirante no solo en los guarismos electorales sino en los apoyos políticos, ya que por ahora solo contaría con el aval del partido de la U, justamente donde hizo carrera por muchos años el viejo zorro de la política, Jaime Yepes, quien se quemó en marzo de 2022 en su intento de continuar pelechando en la Cámara de Representantes.
Y es que la incongruencia política, el voltiarepismo, la falta de conexión con las nuevas audiencias de Mauricio Jaramillo, lo ha llevado a expresar en público que no se comprometería con una candidatura del joven dirigente liberal Camilo Delgado (a la Alcaldía de Ibagué) ya que todos saben que viene recibiendo mermelada del gobierno de Andrés Hurtado y que este le cerraría el grifo si no apoya en octubre a la candidata del mandatario de la capital tolimense.
Es probable que los grupos de izquierda y alternativos lancen una candidatura, ahora que tienen escenarios de poder en el gobierno nacional, y que funcionarios como el propio Guillermo Alfonso Jaramillo empujen aspiraciones con contratos y mermelada pero el tiempo les juega en contra: en tres meses son las inscripciones de candidatos y de allí a recorrer el departamento y armar la estructura, falta mucho trecho.
La política se sigue moviendo en Ibagué y el departamento del Tolima.
Este es un editorial del director de A la luz Pública.