No se necesita ser un teólogo para entender que el pueblo de Israel del cual habla la Biblia, no tiene nada que ver con un Estado que fue creado por la ONU, terminada la Segunda Guerra Mundial. Los cristianos que aplican lo que enseñó Jesús no odian a su enemigo y menos tratan de destruirlo.
En el libro del Génesis de las escrituras hebreas (A.T) se habla de que Yahvé Dios hizo un pacto con el patriarca Abraham para que su descendencia fuera prolífera. El hijo de este anciano (Isaías) , fue a su vez el padre de Jacob, el cual luego fue bautizado como Israel al recibir la bendición de Dios.
Jacob (Israel) tuvo doce hijos que se convirtieron en tribus y formaron todo un pueblo. Muchos años después esta descendencia fue esclavizada en Egipto y por eso Yahvé a través de Moisés los llevó a una nueva tierra llamada Canaán (Hoy parte de Siria, Líbano Jordania, Israel y Palestina).
Estas historias del pentateuco (cinco primeros libros de la Biblia) también son compartidas por los musulmanes, quienes también consideran que les pertenece. Hasta antes de ser declarado Israel Estado y aún en la actualidad, son la mayoría pueblos musulmanes los que habitan estas tierras.
Volviendo a la Biblia, los judíos querían un rey salvador que los sacara de sus tribulaciones y por eso aparece la figura de Jesús. Ellos no aceptaron a Cristo como su Mesías y por eso el Sanedrín (Clero de la época) en contubernio con el poder político que le pertenecía al Imperio Romano; lo crucificaron.
Antes de su muerte Jesús anunció tal como sucedió la destrucción de la ciudad de Jerusalén (Año 70 E.C en manos del emperador Tito). Se perdieron muchos registros por lo que los israelitas que vivieron se dispersaron por todo el mundo en lo que se conoce como la diáspora.
La nueva alianza de la cual habla Jesús en las escrituras griegas, dio paso a un pueblo elegido por Dios dirigido a todos los gentiles (naciones). De ahí nace una Israel espiritual en la que convergen todas las personas de todos los rincones del mundo (nuevo pacto).
Aquí no se trata de hablar de buenos y malos. Los judíos sufrieron aberrantes y despreciables tratos en la Alemania Nazi por culpa del odio infundado de algunos psicópatas políticos. Fueron víctimas de la ignorancia que los condujo a enormes sufrimientos.
Tampoco son el pueblo elegido por Dios, porque eso va en contravía de las palabras de Jesús: “Yo soy el camino la verdad y la vida y nadie va al Padre sino por mí”. Vendrá una nueva Jerusalén de la cual al parecer, solo Dios sabe quiénes harán parte de ella según las escrituras.
Por las guerras y la barbarie del hombre han sufrido: judíos, orientales, africanos, sudamericanos (indígenas) etc. Nadie que se catalogue como cristiano debería aplaudir ningún tipo de atropello a los Derechos Humanos en el nombre de Dios.
Si usted odia al que no piensa como usted y cree que a punta de plomo se solucionan los problemas, permítame decirle que está muy lejos de ser Cristo su mentor. Nuestras palabras se convierten en acciones que son el reflejo de nuestros pensamientos. Jamás lo olvide.
Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy
Editor General