Muy seguramente los lectores recordarán la película de los años 90 “Mentiras verdaderas”, protagonizada por el actor de origen austriaco, Arnold Schwarzenegger. En su trama, el también exgobernador de California, encarna al agente Harry Tasker, quien lleva una doble vida. Su familia lo cree un modesto e inofensivo vendedor pero, la realidad es que es un espía internacional que trabaja para una agencia gubernamental ultrasecreta.
Aquí en Colombia, se da una interesante analogía con esta película, puesto que muchos de nuestros grandes y afamados políticos transitan por la vida de la misma forma (llevando dos caras). La primera, refleja una tez amable, bonachona, solidaria y de amistad con el pueblo. El problema es que para descubrir la otra faceta, toca investigar bastante, adentrarse en una posición crítica, incómoda y hasta peligrosa.
En el filme de Arnold, él es un hombre que engaña a su familia, pero en el fondo siempre los ha querido (la vida real no es tan infantil). En cambio a los colombianos cada cuatro años nos meten la misma película pero con un título a la inversa “Verdades mentirosas”. Parece que no nos hastiamos de tragarnos el mismo cuento, la misma trama y de ver los mismos actores: “in secula seculorum”.
Son verdades mentirosas, porque partiendo de situaciones reales nos han inoculado de manera constante, cantidades de falacias. Sin lugar a dudas, lo han logrado valiéndose de la suma ignorancia, la ingenuidad y el miedo de muchos colombianos. Juegan con nosotros como lo hicieron con Helen (Jamie Lee) en la famosa película mencionada. Somos simples marionetas y nos mueve la clase política dominante a su absurda conveniencia. Los que recuerdan la cara de Helen, al sentirse utilizada, comprenderán a qué me refiero.
“Verdades mentirosas” es un refrito protagonizado por los mismos actores (oligarcas, burócratas, ladrones de cuello blanco) de generación en generación. El presupuesto invertido en el rodaje sale del propio bolsillo de los contribuyentes, al igual que las megas fortunas que cobran sus protagonistas. Ni siquiera, el dinero que se roban con la “película” se reinvierte aquí, puesto que todo va a parar a paraísos fiscales. Aproximadamente, se pierden 40 billones de pesos anuales por evasión de IVA y rentas de empresas y eso que no estamos contando a las personas naturales. En términos castizos, la platica de estos protagonistas “sábelo Dios” cuánta es y a dónde va a parar.
Aprovecho esta ocasión para dejar por aquí una lista pequeña de cinco famosas “verdades mentirosas” que nos han metido y que ojalá no nos sigan transmitiendo:
- Las dictaduras de Venezuela y Cuba y sus malos gobiernos. Esta es una verdad inocultable y que ha traído muchas vergüenzas para sus pueblos. No obstante, se convierte en una mentira cuando se dice que el problema es exclusivo del pensamiento socialista ¿será? Entonces los ejemplos de economías socialistas como: Finlandia, Dinamarca o Suecia o en Latinoamérica, la Ecuador de Correa, o la Uruguay de Mujica, entre otros, ¿dónde queda? El problema no es la ideología, sino quienes la encarnan. La élite que gobierna Colombia, es de derecha y ha servido para auspiciar la corrupción desmedida, para favorecer a los banqueros, a las multinacionales y a los terratenientes. No han vendido que pensar en equidad social y oportunidades para todos es querer todo regalado. Lo curioso, es que quienes nos meten ese embeleco, quieren todo: ¡robado!
- Todo el que dice creer en Jesús es bueno. Sin lugar a dudas Cristo, representa lo más puro y loable del cristianismo, pero aquí va camuflada otra mentira envuelta en una verdad. Estos parlanchines de la política, son en su mayoría un poco de fariseos. Si Jesús los tuviera cerca los calificaría como: “raza de víboras”. Son los que asesinan en el nombre de Dios, roban y luego se echan la bendición, mienten en el nombre de Jesús, son unos vomitivos mil veces peores que los ateos.
- Los gobiernos que quieren equidad social y justicia, buscan llevar a todos a la pobreza. Esta es una de las mentiras más detestables que la patrocinan como verdad bajo el rótulo de: “amenaza comunista”. Es claro que un gobierno liberal y de libre mercado, sino tiene un Estado que impere justicia y ayude a la equidad de oportunidades sólo permitirá que los corruptos disfrazados de “emprendedores” se lleven por delante a los menos favorecidos. Los únicos que deberían temer a un gobierno justo, son los que se han beneficiado de las injusticias (los ladrones de tierras, los políticos corruptos, las mafias, etc.).
- La seguridad es lo más importante y debemos seguir gastando los recursos para cuidar a los colombianos. Una verdad a medias. Todos necesitamos seguridad, sin embargo, el gobierno bajo la estrategia de «combatir el terrorismo» se gasta billones de pesos en la empresa de la bala. Llevamos décadas trabajando en la «legalización» de la guerra, que al final de cuentas es terrorismo institucionalizado. La verdadera alternativa es la paz, el perdón e invertir esos billones en lo social y en educación (así se combate la pobreza). La agresión sufrida por el pueblo colombiano de ninguna manera le confiere a un gobierno un lúgubre «derecho a la represalia», que ya ha sido ejercido y ha potenciado límites impensables de violencia y que lo único que ha dejado es: genocidios, desplazamientos y extrema pobreza.
- Un guerrillero no debería jamás ostentar el poder, los rebeldes deben ser excluidos. Termino con esta verdad bastante mentirosa. Sería perfecto un mundo en donde las injusticias se pudieran solucionar con diálogo. No obstante, mis queridos lectores: la Revolución Francesa, la Independencia de los Estados Unidos y la Emancipación de América Latina dejaron mucha sangre y varios exguerrilleros en el poder. Bolívar y Santander fueron dos de ellos. Para los que se rasgan las vestiduras y se denominan “cristianos”, les recuerdo que Jesucristo, fue un rebelde que murió en la cruz como un vil delincuente y lo hizo por defender a los más necesitados, a los pecadores y a los desamparados. Su filosofía fue absolutamente solidaria.
Es hora de sacar esta película de “Verdades mentirosas” de cartelera. Creo que los colombianos la han visto muchas veces. De seguro más que a E.T, el extraterrestre, Corazón Valiente o Titanic. Pilas, que mientras no pongamos de nuestra parte seguirán vendiéndonos la misma trama como nueva. Lo único que están revisando los directores, es a quién le darán el papel principal como lo hicieron con Iván Duque. Por el momento a ninguno de los actores postulados les ha ido bien en el casting. Sin embargo, no se dejen engañar que es una ¡remake!
Por: Andrés Leonardo Cabrera Godoy
Comunicador Social y Esp. en Educación, cultura y política
Docente