Murillo
Imagen: tomada de Twitter.

Fernando Murillo: un tolimense por adopción que se destacó en la Policía Nacional

El oficial dejó una huella positiva en cada misión institucional encomendada.

En 2011 inició labores la Policía Metropolitana de Ibagué. Su primer comandante, el que llegó a organizar la evolución policial para una capital como Ibagué, fue el hoy mayor general Fernando Murillo Orrego, quien es considerado el arquitecto que innovó la manera de que la Institución llegara de una manera cercana a la comunidad, que en ese entonces con orgullo se honraban de los logros institucionales y operacionales, en cabeza de un hombre de tesón como Murillo Orrego.

Nacido en la ciudad de Bogotá, hace 55 años, pero criado en tierras tolimenses, ingresó a la Escuela de Oficiales General Santander con sede en Bogotá, donde obtuvo el grado como subteniente, iniciando a laborar en las frías calles capitalinas. Posteriormente, su labor policial se encaminó hacia el Bloque de Búsqueda que dio como resultado la neutralización del capo de capos, Pablo Escobar Gaviria.

Con una impecable hoja de vida de 35 años de servicios, el mayor general Fernando Murillo Orrego cuenta con más de 250 felicitaciones en su folio de vida, y su trabajo y experiencia en la ciencia policial le ha hecho acreedor de más de 150 reconocimientos, y medallas que imponentemente exhibe en su solapa de gala.

En el Tolima durante la cruenta violencia de las Farc por poco pierde la vida muy joven, ya que al participar en un operativo que buscaba la liberación de un exalcalde de Santa Isabel, fue víctima de una emboscada que arrojó el triste y lamentable resultado de dos uniformados muertos.

El mayor general Fernando Murillo es hijo de don Álvaro Murillo y de doña Flor Urrego. Tiene un matrimonio ejemplar y uno de sus hijos intenta seguir sus huellas y ahora hace parte también de la Policía como joven oficial, y quien además es egresado del colegio Tolimense.

Durante su paso por la Policía Metropolitana de Ibagué se ganó el cariño de la gente, era un comandante que iba a los barrios e ingresaba a las casas de los líderes donde compartía fraternalmente, tendiendo un canal de comunicación inmediato entre la institución y la gente del común.

Se desempeñaba como comandante de la Dirección de Investigación Criminal Dijin e Interpol, pero ante el remezón de generales en la cúpula de la Policía, debe pasar al retiro, con todos los honores y merecimientos.

Sin lugar a duda su mayor logró institucional ha sido el de dirigir la operación Agamenón, que dio como resultado la captura del narcotraficante Dairo Antonio Úsuga, más conocido como ‘Otoniel’, jefe del temido Clan del Golfo, y uno de los peces gordos del narcotráfico en Latinoamérica; golpe propinado al crimen organizado hace pocos meses y que culminó con la extradición del cabecilla hacia los Estados Unidos.

Murillo Orrego al mando de 500 hombres entregó este importante resultado a la institucionalidad del país, con una diáfana hoja de vida y con su fe en alto se perfiló para ser el nuevo director de la Policía Nacional, pero la decisiones19 del gobierno de Gustavo Petro, frustraron este anhelo.

Sin duda es uno de los oficiales más brillantes, operativos y con don de gentes que han pasado por la Institución. En Ibagué y el Tolima siempre se le recordará con cariño.

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