El secretario de Hacienda de Ibagué, atraviesa el momento más crítico de su cargo que asumió el pasado primero de enero.
Lo anterior luego que se descubriera que conduce su lujoso vehículo pese a tener su licencia de conducción suspendida hasta finales de este año.
La suspensión de su licencia o del pase, aparece reflejada en el Simit desde junio de 2013 hasta el 16 de diciembre de este año y la falta es por conducir en estado de embriaguez.
A todo esto se suman dos fotomultas que no ha cancelado por infracciones de tránsito cometidas en Calarcá (Quindío) las cuales suman más de un millón de pesos. Fueron aplicadas en los años 2012 y 2013.
Espinosa señaló que “hasta hoy supe la noticia de las infracciones en Calarcá y se presentaron por fotomultas”.
“Hice las averiguaciones y fue con cámaras en vías principales, procedimientos de tránsito que fueron demandados por los ciudadanos”, dijo.
Agregó que, si hay que pagar, “las pagaré”.
Explicó que las multas se dieron por exceso velocidad en Calarcá “pues me desplazaba a 81 kilómetros por hora, cuando lo autorizado son 80 kilómetros por hora”.
Sobre suspensión de la licencia, señaló que esa situación se presentó en un control de alcoholemia realizado por la Policía en Picaleña.
“Yo firmé el comparendo, pagué la multa pero objeté la prueba”, dijo.
Lo irónico es que en el pasado, Espinosa fue el principal opositor a las fotomultas en Ibagué, tema que parece ahora pasarle factura en la actualidad, como una especie de justicia poética.