Orgullo, realmente siente uno orgullo cuando se encuentra con una noticia como esta: ¡La nominación a premio nobel de paz de Gustavo Petro!
Y no es para menos; primero, porque Gustavo Petro es un colombiano que ha luchado toda su vida por nuestro país. Segundo, porque se lo merece, ya que no hay ninguna duda que, nuestro presidente es un verdadero líder mundial cuyo discurso y acciones aportan a mejorar y a concientizar, no sólo el país y su gente, sino a todas las sociedades y sus países en general.
Por supuesto, esta nominación ha hecho que la maquinaria corrupta de la derecha y la ultraderecha acelere su entramado golpista contra el presidente y no es para menos. Una nominación de este estilo deja muy mal parada a la mal llamada oposición y a su gente.
Y es que, vale la pena preguntarnos: ¿Cómo justifica la corrupta derecha esta nominación si se supone que Gustavo Petro es la reencarnación del mismo diablo?
Sin embargo, lo que más les debe preocupar a estos ampones, es que le den el premio a Gustavo Petro, porque, si le dan el nobel de paz, no van a poder ocultar que el presidente es mucho más de lo que han querido mostrar. No van a poder seguir con su mentira y les va costar más trabajo difamarlo.
Claro está que, en un país como el nuestro en donde la gente puede estar viendo, de frente, la masacre, el robo, la injusticia, la criminalidad y, aun así, negar que eso está sucediendo, todo porque un corrupto como Semala, la revista pasquín, por ejemplo, les dice que algo así es por su bien, pues no sería raro que desprestigien una nominación como esta.
Como sea, estoy seguro que muchos esperamos que le den ese premio a nuestro presidente, porque se lo merece, por su trayectoria, por su entrega, por su trabajo, por dedicar toda su vida a ayudar a un país y a una población con memoria selectiva, sensacionalista y falta de pensamiento crítico, no toda la población por supuesto, pero sí una gran mayoría que aún vive en las sombras.
Esperamos de todo corazón que ese premio llegue a nuestro líder mundial y que sirva de aporte a la construcción del país de la belleza porque… cada cosa que ocurre: ¡Es un hecho Sam!
Por: Luis Carlos Rojas García Kaell de Cerpa, escritor.