Centros asistenciales languidecen en el departamento.
La anterior administración departamental, presidida por el gobernador Luis Carlos Delgado, se rajó en el manejo de la salud ya que entregó en quiebra los hospitales de segundo nivel.
Demandas, procesos jurídicos, tutelas, deudas a médicos y proveedores, elevado número de OPS, equipos en mal estado y un estado de postración dramático es el que se observa luego que la Secretaría de Salud entregara el balance.
La crisis afecta a los hospitales San Juan Bautista de Chaparral, San Juan de Dios de Honda, Reina Sofía de Lérida, La Candelaria de Purificación, San Rafael de Espinal y Granja Integral.
Por todo un cúmulo de problemas y deudas desde el 2012 están en alto riesgo los hospitales de Purificación y Federico Lleras de Ibagué.
En Purificación las deudas llegan a los 8.000 millones de pesos y se destacan atrasos de 3 y hasta 6 meses en salarios al personal médico, enfermeras y especialistas.
«Ningún especialista quiere trabajar, lo primero que reclaman es el pago oportuno«, dijo Carlos Raúl Fernández, director del centro asistencial.
A los proveedores de insumos les adeudan 3.000 millones de pesos y es tan mala la fama del Hospital que ni con pago de contado le quieren suministrar utensilios y elementos.
El Hospital de Purificación tiene 70 procesos jurídicos y 30 de ellos fueron fallados en contra por un monto de 6.000 millones de pesos que no tiene.
Tampoco es viable el Hospital de Honda que tiene deudas con el personal de especialistas desde 2012.
Además, tiene 20 procesos jurídicos con pretensiones de pago por 5.000 millones de pesos.
El Hospital San Rafael de Espinal presenta deudas por 17.000 millones de pesos y los pasivos llegan a 22.000 millones.
Además, en su contra hay 52 demandas judiciales con pretensiones que llegan a los 10.000 millones de pesos.
La cartera del Hospital Reina Sofía de Lérida llega a los 6.900 millones y los pasivos suman otros 6.500 millones.
El año pasado este hospital recaudó por venta de servicios 9.000 millones y gastó 12.000 millones lo que demuestra una operatividad negativa.
Este primer semestre recaudó 1.600 millones y gastó 3.800 lo que dificulta su funcionamiento y presenta iliquidez.
El Hospital de Chaparral tiene cuentas por cobrar a las EPS por un valor de 17.000 millones de pesos y las liquidadas EPS Caprecom y Saludccoop le quedaron debiendo 5.000 millones.
En Espinal fue gerente Nelly Belén Arzuza, en Honda Luis Alberto Benavidez, en el Reina Sofía de Lérida fue gerente Adenawer Alvis y en Purificación Milber Rojas, donde el descalabro económico ha sido de grandes proporciones.
Lo cierto es que al exgobernador Luis Carlos Delgado y a sus secretarios de salud les cabe una enorme responsabilidad por su falta de liderazgo y toma de decisiones oportunas para evitar el desplome económico y administrativo de estos hospitales ubicados en municipios con elevada población y donde abundan las dificultades en temas de salubridad.