Aparecen documentos que muestran la real vinculación del polémico abogado.
Uno de los cuestionamientos que se ha hecho a la clase política del Tolima es por qué Orlando Arciniegas se paseó por cómodos contratos públicos, desde donde montó todo un tinglado de corrupción, sin que nada ocurriese, al menos desde los últimos 15 años.
Como contratista de alcaldías, entes descentralizados, y demás, el asegurado letrado pareció contar con buenos padrinos políticos.
Aunque apenas comienza a destaparse el papel que jugó Arciniegas en la corrupción de la pasada Alcaldía de Ibagué, poco se ha dicho sobre su llegada a la Gobernación del Tolima en el cuatrienio 2012 – 2015.
Orlando Arciniegas llegó a la Empresa de Aguas del Tolima, Edat, ejerciendo como gerente suplente de la firma ‘Asesoría y Consultoría Legal Aslegal S.A.S.’, misma a la que se le otorgó un contrato de asesoría jurídica en febrero de 2012.
Dicha asesoría, iría por 10 meses, con un costo total de $63 millones 800 mil pesos. Llama la atención que como representante legal de Aslegal S.A.S. figuró en el contrato con la Gobernación el señor José Antonio Villanueva Arias, y no el propio Arciniegas, como si fuera frecuente para el abogado echar mano de ‘presta nombres’ en sus negocios particulares.
Fuentes consultadas por este medio, indicaron que José Antonio Villanueva es familiar de la esposa de Orlando Arciniegas, la señora Clara Villanueva.
El contrato lo firmaron, Arciniegas, como gerente suplente; el supervisor Giovanny Herrera Peña, quien fue alcalde de Dolores; y el gerente de la Edat, el liberal jaramillista Francisco Ernesto Montoya (ver anexos).
Lo interesante del tema y que deberían investigar las autoridades es que en el periodo de la dupla Arciniegas – Montoya en la Edat, se otorgaron millonarias licitaciones para la construcción de acueductos en los municipios, mismas que no se terminaron y sobre las que existen serios reparos.
Justamente, el fiscal general encargado Jorge Perdomo acaba de decir en Ibagué que se investigará la asignación de las licitaciones para los acueductos de Honda y Líbano, donde tuvo que ver la mano del polémico Orlando Arciniegas, a su paso por la Edat.
En el origen político de Montoya puede rastrearse la mano que movió el nombramiento de Arciniegas, en la Edat; y no es otra, según fuentes del liberalismo y de la Gobernación, que la del exsenador Mauricio Jaramillo Martínez.
Y aunque en papeles el jefe del gerente de la Edat sea el propio gobernador del Tolima, la realidad es bien diferente, pues es el jefe político al que se le entrega una ‘cuota’ (secretaría o instituto descentralizado) el que termina mandando en ella, así como en sus funcionarios y contratistas.
Si bien es cierto, el nombramiento del gerente de la Edat S.A E.S.P, lo hace el gobernador del Tolima, el gerente tiene total autonomía e independencia, tanto administrativa como contractual y presupuestal, por ser una empresa de servicios públicos del orden departamental, como el Ibal en Ibagué.
Además, por aquella época Orlando Arciniegas oficiaba como el todopoderoso secretario del Partido Liberal en el Tolima, y era un secreto a voces su estrecha amistad con Mauricio Jaramillo.
Con el pasar del tiempo, tanto Arciniegas como Montoya saldrían de la Edat, para aterrizar en la Alcaldía de Luis H. Rodríguez: el uno como asesor legal; y el otro para ejercer como secretario de Desarrollo Rural.
La novela de Arciniegas apenas comienza a escribirse y solo el tiempo dirá qué otras sorpresas y guardados tenía el polémico abogado al que todos en Ibagué consultaban como si de un gurú u oráculo infalible se tratara.