El gobernador está programando reuniones con la comunidad de la capital tolimense.
Y esto podría interpretarse como una injerencia indebida en los asuntos de Ibagué, consideran personas cercanas al alcalde Guillermo Alfonso Jaramillo.
Lo cierto es que Óscar Barreto visitó el fin de semana pasado los barrios El Bosque y Ricaurte, donde acompañado de sus funcionarios escuchó las quejas más sentidas de los habitantes.
Tan solo en la comuna 12 estuvo por más de ocho horas y escuchó a más de 100 líderes.
El pasado 30 de enero, se realizó un conversatorio con la comunidad en las instalaciones de la Fábrica de Licores. La semana anterior, Barreto también acudió a una jornada cívica promovida por el Ejército en el barrio San José de Ibagué.
Algunos ven estos eventos como similares a los consejos comunitarios que realizaba antaño el expresidente Álvaro Uribe.
Por ahora el alcalde Jaramillo ha mantenido un prudente silencio, y no se sabe si le incomoda la irrupción de Barreto en sus predios, toda vez que ambos mantienen ideologías y estilos de gobierno muy diferentes, que sin duda tendrán que coexistir de manera pacífica durante los próximos cuatro años.
Otros, muy cercanos al gobernador ven con buenos ojos la preocupación de Barreto por Ibagué, su ciudad natal, y cómo desde la Gobernación podría contribuir a la solución de los problemas y necesidades de las comunidades.