Tramitar la licencia en la capital tolimense sigue siendo todo un negocio redondo para las decenas de tramitadores que se hacen su ‘agosto’ a diario con la necesidad y apuro de los ciudadanos.
Son más de dos decenas de personas, entre jóvenes, mujeres y hombres quienes se encargan de vender los puestos de las filas a la ‘módica suma de 20 mil pesitos’.
El panorama que se visualiza con largas filas desde tempranas horas de la mañana, alientan a los ciudadanos en su mayoría con afán, a caer en el juego corrupto de la compra de puestos en la fila.
¿Cómo operan?
El primer paso para tramitar licencia es obtener el turno para la radicación de los documentos, fila que alcanza a diario un significativo número de personas en horas de la mañana, es ahí cuando llegan los famosos tramitadores a ofrecer su ‘ayuda’.
Luego, con dicho turno se espera ser atendido para la liquidación de los documentos y posterior cancelación en la sucursal Davivienda, ubicada en la misma sede.
Sin embargo, la fila del paso a seguir, es decir la toma de las huellas, puede tardar para quien no paga hasta tres horas. Y es que las personas dedicadas a este singular oficio, se encargan de ubicarse en la parte inicial de la fila ingresando a decenas de personas ‘coladas’ como se conoce en el argot popular.
Este portal evidenció lo narrado, en una mañana, un solo tramitador consiguió hasta ocho clientes. ¿Quién es más ‘corrupto’, quién vende los cupos o quien los compra? Es una gran pregunta para reflexionar. Al enfrentarlos, solo se logró una reacción violenta de su parte, es de aclarar que los funcionarios y la seguridad privada del recinto no logran controlar el fenómeno.
Tal vez por esta razón, el proceso de tramitar una licencia de conducción, que puede tomarle entre dos y tres horas de su tiempo productivo, tarda en total cinco horas, si usted es de los que paga la ‘coima’ puede conseguir la preciada credencial que le permite andar al volante en dos horas.